Desde muy pequeña me sentí atraída por la vibración y el electro magnetismo, aunque no sabía lo inmenso e infinito que podía llegar a ser tomar consciencia de mi SER, de quien soy, quien quiero ser y que misión tengo en esta vida. De pequeña me encantaban los masajes. Cuando veía a una persona de confianza, literalmente me subía como un “mono” a sus hombros y empezaba a masajearlos jugando con las manos, y pensando que le transmitía la vibración que podía sentir y canalizar en ese momento.
Cuando llegué a la edad de 5 años, empecé a cuestionarme muchas cosas y poniéndome preguntas del tipo… ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí?
De hecho, de niña me llamaban “la niña de los porques”. Siempre requería entender lo que me decían y/o percibía, por tanto, todo lo cuestionaba.
Pasan los años y la orientadora del instituto me había comentado que el grado de gestión administrativa tenía mucha salida laboral, por tanto, empecé a estudiarlo. Pero me di cuenta de que realmente no era lo que a mí me gustaba, que en verdad me había dejado llevar por una elección y decisión la cual no me pertenecía, y en ese momento me dije, “me gustaban los masajes, así que estudiaré para conocer el cuerpo humano y dedicarme a ello”.
A la edad de 19 años empecé a estudiar Quiromasaje y Quiropraxia, y empecé a trabajar de ello en una clínica privada en Madrid, la cual cerro y su dueño realizó el traslado de la misma a Ávila, España.
Decidí lanzarme a la aventura de crear un negocio pensando en que tenía la fortuna de saber cómo gestionarlo puesto que sabia como administrarlo. Mi ventaja fue darme cuenta años más tarde que en cierto modo hice bien en dejarme guiar por la orientadora de mi instituto, Alonso de Avellaneda, Alcalá de Henares, Madrid.
Mantuve con mucho éxito el centro de masajes por una duración de casi 4 años, y en todo este momento seguía formándome para mejorar mi currículo.
A pesar de ello, sentía la necesidad de una salida laboral mejor, dado que la Quiropraxia, al no ser una rama admitida por la sanidad pensaba que no era suficiente para mí, y fue entonces cuando empecé con Fisioterapia y Rehabilitación.
En este transcurso de tiempo realizaba muchos viajes, con la intención de conocer el mundo, seguir estudiando y formándome en aquello que más me gustaba; los masajes, la anatomía, el cuerpo físico humano, pensaba en aquel momento…Hasta realizar uno de los viajes, que fue realmente transcendental.
Me había ido a Bali, Indonesia, para estudiar específicamente el masaje Balinés directamente de la cuna.
Estando allí realice uno de los trabajos y procesos personales, la terapia de Rebirthing.
Ese momento, fue realmente revelador por su poderosa técnica, que me permitió llevar y desbloquear mis memorias desde el momento cuando me encontraba en el útero de mi madre.
“Es impresionante recordar, escuchar en eco, verte dentro del líquido amniótico de la barriga de tu mama, poder sentir y tener consciencia de todas las emociones que siente tu mama, todos ellos pasando a través de ti, escuchar las voces externas como un eco y poder ver la luz a través de la piel traslucida”.
Ese momento, tan transcendental marcó en mi vida un antes y un después, a tal punto que, cuando acabe el proceso de sanación llame a mi madre y me comentó que estaba en el hospital con hemorragia, ella preocupada por su salud porque no era normal, ni habitual. Finalmente la calme comentándole lo sucedido, y pidiéndole perdón por todo.
No estaba cuestionando nada, tan solo fluía y me dejaba recibir. Toda la información recibida la compartí con ella desde el sentimiento, del SER Y COMPARTIR, sin saber cómo ella iba a reaccionar.
Para mi sorpresa me apoyo en todo momento, asintiendo que era cierto todo lo que yo había experimentado, dado que así sucedió cuando ella estaba embarazada de mi con 7 meses de gestación.
Fue acordarme de absolutamente todo, todo lo que estaba sucediendo en el exterior.
Desafortunadamente no eran sensaciones desagradables, pero ahora entiendo que fue necesario todo lo ocurrido en aquel entonces para mi existencia, crecimiento y evolución.
Meses más tarde vuelvo a Madrid, estando enamorada de Bali. Lo único que quería en mi vida, era un cambio, un cambio radical.
Comentándole la situación a mi mama, intenta convencerme de que no me vaya tan lejos, diciéndome las palabras… “ ¿Que va pasar contigo si algo te pasa estado allí?, ¿Quién te va a ayudar?, ¡Yo, no podré desde tantos kilómetros de distancia!
Si quieres isla y vivir en un sitio con mar, ve a las Islas Canarias, que, esta más cerca – mencionó.
Estuve pensando y reflexionando acerca de cuál era la decisión correcta, hasta que, a las 3 semanas de mi vuelta de Bali, emprendo mi viaje a la Tierra Santa de Israel y estando allí me dije “WOW”, no se dónde quiero vivir aún pero no me quiero ir de aquí”. Desde ese momento ya sabía que me dedicaría a la Kabbalah, pero de ningún dogma, a pesar de ser judía, dado que de pequeña me había sentido como en una cárcel, dirigida por todos los demás, sobre todo por la faceta religiosa de mi abuela y su “obligación” de que rezara en todo momento, guardar ayunos, de que me vistiera con falta, que me tapara la cabeza, etc.
Finalmente llega el momento de volver a Madrid, con el alma en pena porque, si verdad, había sentido mucha conexión con las playas y esencia de Bali, pero con la Tierra Santa, me sentí plena y completa.
A la semana siguiente, tomé un vuelvo a Tenerife, haciéndole caso a la idea de mi madre, con la idea de realizar un estudio de negocio, para así poder hacer el traslado del centro de masajes de Madrid a las Islas Canarias.
Llegando allí, me sentía entusiasmada, como cuando estas de vacaciones…pero no completa, yo ya sabía lo que quería hacer con mi vida.
Al tiempo vuelvo a Madrid y como todavía no me era suficiente, literalmente una semana más tarde me vine a Marbella sin saber dónde se encontraba en el mapa siquiera, lugar donde actualmente resido.
La experiencia con Marbella fue realmente transcendental, dado que, transcurrido un fin de semana, el domingo estaba de vuelta a Madrid y de camino, puse mi casa en alquiler y el negocio a la venta, todo ello en cuestión de horas; a la siguiente semana me había trasladado a Marbella con todas mis pertenecías y la mudanza realizada.
Sentí un llamado profundo, y tampoco lo entendía porque, tan solo actué - hasta que lo entendí, tiempo más tarde…
Durante todos estos años había estudiado Kabbalah desde diferentes puntos de vista, pero nunca supe, el real potencial que tiene cuando lo aplicas de verdad.
Llegando a Marbella mi vida fue cuando realmente empezó a tomar sentido, hace ya casi 10 años de ello.
Pasando no mucho tiempo me lesione de la columna, hernias discales, protrusiones varias, coxialgia, inflamación radial y cubital, descubrí la artritis y artrosis reumatoide que tenía, y un largo etcétera, por tanto ya no podía dedicarme a ningún tipo de terapia física y fue entonces que decidí estudiar psicología y fusionarla con la Kabbalah, trabajando a nivel transpersonal y transgeneracional. Todo ello con la idea inicial de auto sanarme y curarme, porque ningún remedio convencional, me era de gran utilidad, combinándolo con la radiestesia, y fue así como empecé con la psicología rechazando desde un principio la psicología clínica porque siempre me pareció insuficiente para el estado y sentido del SER.
La física cuántica siempre la estudié por hobby, pero cuando me di cuenta de su propio trasfondo me dije… “esto lo tengo que transmitir a las demás personas”, sintiendo un compromiso muy profundo y arraigado con la humanidad.
Desde pequeña tuve afición por la escritura, y siempre quise ser escritora; pero, sin base ni estructura era imposible, así que empecé a prepararme para ello, para así poder plasmar en papel todo el conocimiento adquirido y transmitirlo a la demas personas.
Adicionalmente pude observar la necesidad y profundidad de conocimiento y de la materia del hombre, tomando la decisión de estudiar radiestesia a un nivel más profundo, junto con geobiología, que requería de ello para así poder entender y manejar las vibraciones de forma visible. Adicionalmente me preparé para ser docente de las ramas que estoy impartiendo actualmente, dado que la vida si es un juego de diversión, aunque son sus propias reglas, las cuales hay que cumplirlas y por tanto, para todo, y absolutamente todo se requiere preparación.
SEA A LO QUE SEA QUE TE DEDIQUES, SE EL MEJOR EN TÚ ÁREA, CAMPO, MATERIA Y/O SECTOR.
Todo ello se fusiona en un conocimiento estructurado con la base del SER, porque como siempre digo…la vida no es blanco o negro, también hay paletas de grises, pero sobre todo tenemos con quedarnos con las experiencias y momentos de colores, porque de todo ello se aprende y te lleva a un estado elevado del SER.
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